Blogia
ACT

Palmira:un oasis en medio del desierto


Kilómetros y kilómetros de desierto y luego aparece ella, la ciudad de las palmeras, Palmira. Un oasis fundado hacia finales del tercer milenio a.C. entre las cuencas de los ríos Orontes y Éufrates, en Siria. La ciudad que vivió una época dorada en el siglo III y saqueada por el emperador romano Aureliano en el año 273. Al llegar al lugar sus ruinas sorprenden al viajero que comenzará a recorrer sus esculturas funerarias, hieráticas y espirituales, con influencias griegas, romanas y persas.

Entre los restos se destaca el templo de Bel, edificado en el año 32 después de Cristo, fue consagrado al culto de Bel, el dios supremo de los habitantes de la ciudad, el dios de los dioses. A pocos metros de allí comienza una gran columnata de 1200 metros que era el eje de la vieja ciudad. A los lados de esta se presentan una serie de ruinas en distintos grados de conservación, entre las que se destacan el templo de Nebo, el templo funerario; el campamento de Diocleciano, el teatro y, el ágora, donde se realizaban operaciones comerciales y se discutía. Más allá de todo eso sorprende un hermoso templo maravillosamente conservado que hace las delicias de los visitantes.

0 comentarios